La guerra de la Información (2011)

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Los acontecimientos ocurridos en torno a Wikileaks han puesto de moda el término “guerra de la información”. Ciertos sectores han tratado de vincular la definición de dicho término con los ataques informáticos contra determinados objetivos en Internet u otras redes electrónicas. Esta definición apresurada y quizás interesada, aparte de excesivamente simplista, produce el efecto mental conocido como “los árboles impiden ver el bosque”.

El que la red electrónica mundialmente conocida como Internet se haya hecho pública y se haya convertido en un negocio de las multinacionales, de manera que lo utilicen los particulares y las empresas para comunicarse, informar o realizar negocios, no significa que Internet haya perdido su valor militar, es más bien al contrario. Las redes electrónicas constituyen un eslabón esencial en la organización de los ejércitos contemporáneos, pero no solamente, como veremos más adelante, desde el punto de vista técnico de las comunicaciones y el armamento.

Existen muchos tipos de redes electrónicas mundiales, las que utilizan los bancos, las intranet de las empresas multinacionales, las redes de la bolsa, las redes científicas, educacionales y las redes electrónicas militares destinadas a perfeccionar la capacidad de combate. Sin embargo, hoy día Internet, por su carácter público, se ha convertido en una red electrónica cada vez más influyente como medio de información para influir en la opinión del enemigo externo y del adversario interno.

Los estrategas militares norteamericanos consideran la guerra de la información como algo más amplio que el hecho de atacar los sistemas informáticos vitales del enemigo para destruir su capacidad de toma de decisiones y su cadena de mando, o “hackear” sus bases de datos y sus sistemas de comunicación. La guerra de la información consiste en afectar los sistemas de información del enemigo o adversario. Los sistemas de información son una compleja serie de conocimientos y creencias que constituyen las estructuras fundamentales de una organización social y sus procesos de toma de decisión.

La guerra de la información no necesita ser declarada, puede ser llevada a cabo sin que el enemigo ni los adversarios se enteren de que se está realizando. De hecho una campaña de guerra de información exitosa es aquella cuando el enemigo y los adversarios se comportan como uno quiere o hacen lo que uno quiere, sin darse cuenta que han sido inducidos y convencidos a actuar y pensar de una determinada manera.

En nuestros días podríamos decir que cualquier presencia de una combinación binaria (0-1) señala la existencia de información, mas allá del contenido o significado de un mensaje, información hay en aquello donde existe esa relación binaria, por ejemplo un mensaje encriptado puede que aparentemente no diga nada para aquel que no sabe interpretarlo o abrirlo, también puede ser un objeto donde a priori no vemos ningún significado o mensaje, pero si encontramos en él una relación binaria descubriremos que allí hay información.

A continuación un ejemplo gráfico, simple y práctico de lo que acabo de explicar.

Este QR (por sus siglas en inglés Quick Response) corresponde a una dirección en Internet donde se encuentra un fichero mp4 que contiene un extracto de la declaración de la CNT del congreso de Zaragoza, en 1936. Para leer este gráfico QR, similar a un código de barras, debemos tener un dispositivo móvil con cámara incorporada y el programa de lectura instalado. Actualmente los teléfonos móviles que permiten la lectura de QR son Android, iPhone, Blackberry, Windows. Invito al lector(a), que tenga los recursos para hacerlo, a enfocar el QR y escuchar con atención porque de manera muy didáctica se explican algunos conceptos esenciales del anarquismo. Las armas en la guerra de la información pueden ser sofisticadas pero también simples como ésta y pueden ser muy útiles si se las sabe usar con astucia.

El siguiente QR corresponde al discurso de Juan García Oliver pronunciado en 1937 durante la inauguración del mausoleo de Durruti donde recuerda la fundación del grupo “los solidarios” y “nosotros”.

¿Cuán vulnerable es el poder a una guerra de información? Podríamos pensar que mientras más depende el poder de sus sistemas de información para su toma de decisiones, más vulnerable es a la manipulación hostil de esos sistemas. De esta manera un estado con un alto grado de desarrollo económico y tecnológico sería más vulnerable a ataques de guerra de información. Sin embargo contra esto se puede argumentar que, por ejemplo, una sociedad agraria o preindustrial sería más vulnerable porque sus sistemas de información y epistemológicos son más débiles.

Por otra parte, los estados o grupos con un grado intermedio de desarrollo económico y tecnológico también serán más vulnerables, por la sencilla razón que sus sistemas de información y su tecnología deben ser adquiridas en los estados de alto grado de desarrollo. Es obvio que aquel que crea un sistema tiene la posibilidad de conocerlo mejor y utilizarlo con mayor eficiencia, al conocer sus errores técnicos sabrá sacar provecho de ellos si son usados en su contra. Está claro que cualquier estado enemigo o grupo de adversarios internos que utilice tecnología de información hecha y desarrollada en EEUU será altamente vulnerable a los contrataques de los EEUU.

Pero la complejidad de un sistema de información tampoco lo hace completamente invulnerable. Hay muchos objetivos vulnerables a nivel operacional cuando un sistema tiene grandes capacidades económicas y tecnológicas y necesita apoyo automatizado para combatir globalmente. Para funcionar efectivamente las redes electrónicas se organizan en nodos jerárquicos, a menudo con elementos casi invisibles, protocolos encriptados, filtros, barreras de protección, instrucciones y cosas similares. Que un sistema sea difícil de atacar no significa que sea inmune. Mientras más alta la capacidad económica y tecnológica y mayor el número de interacciones de un estado o grupo con otros grupos o estados, mayor es la potencial vulnerabilidad de ese estado o grupo en una guerra de información. Un estado involucrado a nivel mundial es vulnerable a nivel mundial.

Desde el punto de vista de los estrategas militares los ataques de guerra de información van dirigidos contra los sistemas de conocimientos y creencias del enemigo externo o adversario interno, con el objetivo de influir las decisiones de aquel o aquellos que ejercen el poder del estado o grupo. Las redes electrónicas hacen posible que a través de un sutil ataque de guerra de información, contra las creencias y los sistemas de conocimiento de la opinión pública, se puede influir finalmente en las decisiones de aquel o aquellos que ejercen el poder. Hemos de tener en cuenta que los que ejercen el poder de un estado o grupo dependen de los no-combatientes, como nosotros. Los no-combatientes somos parte de la guerra de la información y somos el principal objetivo.